viernes, 16 de octubre de 2009

Muere joven en fuego cruzado entre soldados y delincuentes

Matamoros, Tamps., 15 de octubre. Un adolescente de 14 años que se ejecitaba en el Parque Deportivo Periférico de esta ciudad fronteriza murió luego de recibir dos impactos de bala, producto de un fuego cruzado entre miembros del Ejército y presuntos criminales, la noche del pasado miércoles.

La Secretaría de Seguridad Pública local informó que la víctima fue identificada como Luis Vargas Martínez, estudiante de la Secundaria General Numero 5.





“Cuando llegaron los paramédicos tenía rato que (Luis) no respiraba; no sé decir quién fue, si los soldados o los narcos, porque dispararon al mismo tiempo”, narró el primo de la víctima.

Carrancá y Rivas y De Buen elaboran controversia contra extinción de LFC

El decreto del Ejecutivo violó el derecho laboral y la Ley Federal del Trabajo, afirman

Carrancá y Rivas y De Buen elaboran controversia contra extinción de LFC

También ignoró la potestad del Congreso de la Unión de legislar sobre energía eléctrica

Alfredo Méndez

Los reconocidos despachos jurídicos que encabezan el maestro emérito de derecho constitucional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Raúl Carrancá y Rivas, y el abogado laboralista Néstor de Buen Lozano, asumieron este jueves la defensa legal del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y del organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro (LFC).

Martín Esparza (dirigente del SME) ya habló conmigo para que junto con el doctor De Buen encabecemos la defensa de los electricistas, mediante la elaboración de una controversia constitucional y la redacción de demandas de amparo para los trabajadores. Yo acepté, señaló Carrancá y Rivas, especialista en materia constitucional y amparo.

No tengo la menor duda de que con su decreto presidencial de extinción de LFC, Felipe Calderón violó normas laborales muy claras, al establecer la terminación de contratos individuales de trabajo sin pasar por los procedimientos que marca la Ley Federal del Trabajo (LFT), por eso decidí apoyar al sindicato de electricistas, agregó De Buen, doctor en derecho.

Ambos indicaron que cuentan con 15 días hábiles para interponer la demanda de controversia ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y 30 para solicitar los amparos ante un juez federal en materia laboral.

En ambos casos los plazos empiezan a contar el siguiente día hábil después que se emitió el decreto presidencial de extinción; es decir, el pasado lunes.

Explicaron que se prevé que la demanda de controversia la presenten legisladores federales, o diputados de algún Congreso estatal afines al movimiento sindical o, incluso, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien ayer dijo que valora esa posibilidad.

En un primer análisis sobre los argumentos que formarán parte central de una controversia constitucional, y sobre los conceptos de violación de garantías que se incluirán en las demandas de amparo, ambos juristas, en entrevista con La Jornada, adelantaron que harán valer violaciones a varios artículos de la Carta Magna, fundamentalmente porque al decretar la liquidación de LFC Calderón rebasó sus atribuciones legales y pasó por encima de las facultades del Congreso de la Unión.

–¿Cuáles serán los conceptos de violación de garantías, y cuál el sustento para interponer la controversia constitucional? –se preguntó a Carrancá y Rivas.

–Consideramos que el decreto del Presidente pasó por alto la potestad del Congreso de la Unión. ¿Por qué? Porque el artículo 73 constitucional, en su fracción X, faculta al Congreso para que legisle sobre energía eléctrica.

Nosotros manejamos el argumento de que el decreto entra en el terreno de esta materia, y ya que el Congreso tiene facultades para legislar en la especie, por lo menos debió haber sido consultado. El decreto presidencial, al haber violado esta fracción de un artículo de la Carta Magna, está desconociendo el origen de la vida jurídica de LFC y, algo más grave: al haber hecho esto afectó los derechos laborales de los trabajadores.

–¿Consideran ustedes que el decreto de extinción de LFC viola el artículo 123 constitucional, sobre el derecho al trabajo y previsión social?

–Por supuesto, porque los empleados de LFC tienen, con base en el artículo 5 de la Constitución, el derecho al trabajo, y nosotros entendemos que no es posible ejercer este derecho, sin la consecuencia del derecho de agruparse y asociarse para defender sus intereses, es decir, de sindicalizarse.

Por tanto, al violar la fracción X del 73 constitucional, se está violando el artículo 5 constitucional y el derecho laboral de los trabajadores, es decir, el 123 de la Carta Magna., destacó el maestro emérito de la UNAM.

Carrancá y Rivas explicó en qué consta la violación a las normas laborales: “el artículo 434 de la LFT considera que son causas de terminación de las relaciones laborales la incosteabilidad notoria de la explotación, en el caso de la energía eléctrica.

“Y el gobierno ha sostenido que LFC económicamente está agotado, por lo que es una causa de terminación de la relación de trabajo. Pero el siguiente artículo de la LFT (435), fracción III, dispone que si hay incosteabilidad, como lo cuentan en este caso, el patrón, previamente a la terminación de la relación laboral, deberá obtener autorización de la Junta de Conciliación y Arbitraje.

Es claro que esto no lo hizo el presidente Calderón. Por tanto, hubo violación del derecho laboral, del sindicalismo, del artículo 123 constitucional y de la ley reglamentaria de éste, que es la LFT, destacó el jurista.

Néstor de Buen aclaró que si bien hay materia para que un juez conceda la suspensión del acto reclamado por la vía de amparo, estamos valorando si conviene solicitarla, toda vez que se trata de la demanda contra un hecho consumado. Serán demandas individuales por despido injustificado.

Megamarcha del SME rebasa toda previsión

Desborda el Zócalo e inunda varias avenidas del Centro Histórico

Megamarcha del SME rebasa toda previsión

Logran electricistas que el gobierno federal acepte sentarse a dialogar

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Trabajadores de Luz y Fuerza del Centro lanzaron consignas en todos los tonosFoto José Carlo González
Patricia Muñoz, Gustavo Castillo y Fabiola Martínez

El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) realizó ayer una de las mayores movilizaciones de su historia. Decenas de miles desbordaron el Zócalo y con camisetas rojas de muchas batallas extendieron su presencia por todo 5 de Mayo, Madero, Juárez y Reforma hasta la Diana, en defensa de su fuente de empleo. Su marcha abrió una posibilidad, pues el gobierno federal aceptó sentarse a partir de hoy a dialogar con este gremio, según les mandó decir el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard.

En respuesta, los electricistas acordaron solicitar a Ebrard Casaubon que funja como mediador en el conflicto.

La movilización, a la cual asistió Andrés Manuel López Obrador, rebasó todas las expectativas y pudo haber llenado cuatro veces el Zócalo. Los organizadores estimaron que hubo más de 300 mil personas. Según cálculos de las secretarías de Seguridad Pública federal y capitalina, el contingente fue de más de 150 mil asistentes.

El SME aglutinó ayer a sindicalistas, profesores, campesinos, estudiantes, amas de casa, organizaciones sociales, políticas, intelectuales y legisladores; estos últimos propusieron una huelga general de pagos de luz en el centro del país, porque al extinguirse Luz y Fuerza del Centro (LFC) ya no hay a quién pagarle.

El bullicio de los trabajadores se inició desde las 2 de la mañana, cuando empezaron a llegar miles de personas procedentes de Oaxaca, Puebla, Morelos e Hidalgo para apoyar a los electricistas. La marcha partió de la glorieta de La Palma al filo de las 16 horas, y los manifestantes inundaron Reforma hacia el centro de la ciudad.

Enojados y dolidos por la extinción de su empresa, la mayoría de los electricistas llegó con su familia; vestían camisetas rojas, símbolo de este sindicato, y portaron pancartas contra el Presidente.

Calderón ¿puedes dormir?, nosotros no, dejaron a mi papá sin trabajo. Felipe, ¿ya saben tus hijos cuántos niños dejaste sin comer?. Felipe: presidente del desempleo. Calderón, entraste en la noche como vil ladrón y nos dejaste sin comer. No nos mata la influenza, nos mata Calderón, decían algunas de las miles de cartulinas que acompañaron la movilización, que fue tan extensa que cuando la vanguardia había llegado al Zócalo, el último contingente aún no salía de la Diana.

Martín Esparza, líder del SME, encabezó la marcha acompañado, entre otros, por Rosario Ibarra, Porfirio Muñoz Ledo, Graco Ramírez, Benito Bahena, Jesús Martín del Campo y Jaime Cárdenas, quienes avanzaron entre consignas como si no hay solución habrá revolución y decreto popular: renuncia Calderón.

Desde el inicio, la movilización fue vigilada por cientos de granaderos y policías capitalinos a pie. Por aire, la SSP federal desplegó tres helicópteros; supuestamente dos sirvieron para que algunos fotógrafos hicieran tomas aéreas, y en el otro observara todo el tiempo el coordinador de las fuerzas federales, Rafael Avilés Avilés.

Al filo de las seis de la tarde la vanguardia llegó al Zócalo; al paso del contingente se fueron sumando decenas y decenas de manifestantes, entre ellos estudiantes de la UNAM, Chapingo, UAM y Bachilleres; trabajadores del INAH, de la Secretaría de Energía, mineros, pilotos, sobrecargos, integrantes de IMSS, Sutin, Colegio de Posgraduados; Sindicato Democrático del Metro y del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra.

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Petición al Presidente de la RepúblicaFoto José Carlo González

Los electricistas recibieron el respaldo de la gente que desde las banquetas aplaudía o les gritaba no están solos.

A su llegada, en la Plaza de la Constitución se extendió la consigna ¡Aquí se ve la fuerza del SME!, coreada por miles de gargantas. En ese ambiente, los oradores plantearon paro nacional y referendo que determine si el presidente Felipe Calderón continúa en el cargo.

En el mitin, dirigentes de tranviarios, de la CNTE, del STUNAM y de la UNT plantearon la posibilidad de una huelga por solidaridad; señalaron que este gobierno está orillando a una revolución social; comprometieron ante los trabajadores electricistas apoyo con movilización y recursos para sostener su lucha, y solicitaron que en próximas elecciones la población no otorgue ni un voto al PAN.

Porfirio Muñoz Ledo señaló que la torpeza del gobierno ha hecho que los trabajadores regresen al centro de la lucha nacional, y lo que se hizo al SME fue un golpe de Estado a los trabajadores. El legislador planteó la huelga general de pagos.

Claudia Sheinbaum, representante del gobierno legítimo, señaló que si todos los altos mandos de este gobierno se bajaran 50 por ciento su salario, saldrían los 42 mil millones de pesos que se requieren para que siga operando LFC.

Eran las siete de la noche. Habían pasado casi ocho discursos y la retaguardia del contingente seguía en el cruce de Insurgentes y Reforma. En ese momento llegó al templete la noticia de que el gobierno federal estaba dispuesto a sentarse a dialogar con el SME, Martín Esparza tenía la palabra; sus seguidores le gritaban ¡duro, duro!. Rosario Ibarra sonreía y la acompañaban intelectuales como Paco Ignacio Taibo II.

No pararemos hasta que nos regresen nuestro empleo, nuestro contrato colectivo y nuestra dignidad como obreros, porque la mayor parte de los trabajadores han entregado décadas de su vida a trabajar por su empresa, Luz y Fuerza del Centro, y nos sacaron una noche por la fuerza con miembros de la Policía Federal, como si fuéramos delincuentes; pensaron que nos iban a dividir, pero aquí nos tienen y vamos con todo. En ese momento, madres y esposas de trabajadores ingresaban al Zócalo con velas encendidas.

Esparza pidió a todos que votaran si el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, debería mediar en el conflicto, y los trabajadores a mano alzada aprobaron la propuesta de su dirigente. También votaron porque este movimiento sea el arranque de la conformación de un gran frente por los derechos de los trabajadores y el inicio de una movilización social conjunta contra la política económica de este gobierno.

El mitin terminó y los trabajadores seguían ahí, no querían que su movilización concluyera, esperaban la llegada de López Obrador y los organizadores tuvieron que explicar que el acuerdo con el dirigente social fue que sólo acompañaría la marcha y no sería orador.

Eran más de las 20:30 cuando los trabajadores se quitaron la gorra y con el puño izquierdo en alto entonaron el Himno Nacional. Los contingentes seguían llegando por 5 de Mayo y Madero, la retaguardia aún estaba en el cruce de Reforma y Juárez, Palacio Nacional los

CARTONES DE LA JORNADA